Leemos con mucha atención el siguiente relato.
¡HOMBRE A LA VISTA…!
Una historia real, pero inventada
Primer momento
Colón pensaba que la distancia entre España y Japón sería de entre 3.000 y 5.000 kilómetros --cuando la distancia real es de unos 19.000 kilómetros-- y con un continente de por medio situado a los 6.500 kilómetros. Tras demasiado tiempo en la mar sin divisar tierra alguna, el descontento entre la tripulación fue aumentando, incrementado además por las duras condiciones en las que tenían que sobrevivir, teniendo que dormir muchos a la intemperie.
El mal olor y la comida putrefacta condicionaron el malestar de los marineros, quienes llegaron a amotinarse contra su capitán. Colón, con ayuda de los hermanos Pinzón, consiguió erradicar ellevantamiento. Pero con el paso de los días y de las leguas hasta los altos cargos de la expedición, incluidos los Pinzón, fueron oponiéndose a la empresa comandada por el genovés, llegando incluso a decirle que diese la vuelta y pusiera fin a la misma.
El alivio para todos llegó pocos días después, el 12 de octubre. "¡Tierra a la vista!", exclamó un tripulante de La Pinta. A pesar de que creían que por fin habían alcanzado las Indias, en realidad habían llegado a la Guanahani, en las Bahamas, la cual fue bautizada en un primer momento como San Salvador. Por fin desembarcaron.
Segundo momento
Eran las seis de la mañana, y yo grité: ¡Hombres a la vista! ¡Salgan todos a ver! Así, en cuestión de minutos estuvimos en las orillas del mar. Yo quise saber si ya habían vuelto mis padres– que iban desaparecidos por una semana–. Por cierto, los hombres me asustaban, llevaban unos uniformes especiales y extraños para mí. No eran como el mío ni parecidos a los de mi familia ni barrio. Yo uso un pantalón ligero, una camisa blanca y unas sandalias que me regaló mi abuelo. Veo que no están mis padres y me voy a jugar a la cancha de mi barrio.
Son las siete de la mañana, me siento cansado por tanto correr tras la pelota. Hago un descanso para tomar agua. Mis amigos siguen jugando. Son las ocho de la mañana, decido ir a mi casa, era hora de pasar clases por videollamada. La maestra renegaría si hoy también me ausentaba de las clases de Lenguaje. ¡Esta crónica continuará…!
Adaptación: Los cuatro viajes de Cristóbal Colón
Actividad
- ¿Quién narra la historia?
- ¿Qué pasó en el primer y en el segundo momento del relato?
- ¿Qué quiere decir el protagonista cuando enuncia: “esta crónica continuará”?
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