Sin lugar a dudas, un aspecto clave en la carrera de todo deportista es la alimentación. La dieta forma parte del entrenamiento, acompaña el trabajo que se realiza en el terreno de juego y puede llegar a marcar la diferencia entre un buen jugador y una estrella del balón.
Después de que el futbolista Manuel Agudo Durán desvelara que fue Luis Enrique el que le hizo perder diez kilos e incidió en ese aspecto al quitarle las galletas, el pan o la Coca Cola, recordamos otros deportistas que han cambiado su dieta para mejorar su rendimiento. Hay muchos casos, pero se exponen algunos.
LIONEL MESSI Y SERGIO AGÜERO: Las dos estrellas argentinas están en manos del prestigioso nutricionista italiano Giuliano Poser. El transalpino cambió la alimentación de ambos y se ha visto sobre el terreno de juego, ninguno ha sufrido lesiones musculares importantes.
Al azulgrana le recomendó Demichelis que visitara al galeno italiano y el jugador del City siguió los pasos de Leo tras hablar con La Pulga. Los productos ecológicos han pasado a ser fundamentales en la dieta de ambos. Han quitado de sus dietas la carne y las pizzas de queso que tanto gustaban al diez del Barcelona. Cereales, verduras, pescado, aceite de oliva y nada de bebidas con gas son claves en la nueva alimentación de ambos.
GERARD PIQUÉ: El zaguero central del Barça desveló en una entrevista a la revista “GQ” que la alimentación es uno de los hábitos que más ha cambiado durante su carrera deportiva. En sus inicios, siendo jugador del United, el defensa desvela que podía cenar una bolsa de Doritos (chisitos o nachos) y un bote de Nutella (dulce de leche) y que hoy en día, se ha quitado todos los refrescos y dulces. El azulgrana toma seis comidas al día.
MICHAEL PHELPS: Hasta 12.000 calorías al día ingiere Michael Phelps cada día cuando una persona normal suele tomar entre 2.000 y 3.000 calorías.
El nadador estadounidense toma, según publicó el portal Yahoo, carbohidratos, cereales, pasta, salsas y bebidas energéticas. Según desveló Fox Sports en su día, el nadador toma para desayunar tres sándwiches con huevos fritos, queso, cebolla, tomate, lechuga y mayonesa más una tortilla de cinco huevos. Además, un tazón de avena, tres panqueques de chocolate, tres tostadas cubiertas en azúcar y dos tazas de café.
Para el almuerzo, el norteamericano toma medio kilo de pasta con salsa de tomate, dos sándwiches de jamón y queso con mayonesa y bebidas energéticas. Finalmente, para cena repite con otro medio kilo de pasta, una pizza grande de peperoni y otra bebida energética.
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